Crónicas de una maestría en Madrid.

Andrea siempre tuvo la suerte de que su hobby y su carrera llevaran el mismo nombre. Y es que desde muy chica ella sabía que lo que quería hacer en la vida era administrar alguna de las marcas de moda más reconocidas en el mundo, pero sabía que un título tan grande requería una preparación aún mayor.

Por eso, luego de salir de la universidad y con la experiencia necesaria decidió postular a una maestría en España, porque no es fácil encontrar un lugar con universidades que tengan buena reputación y no sean tan caras, que hablen tu idioma, y que estén lo suficientemente lejos de casa para que represente una experiencia diferente.

Para su familia no fue sorpresa que ingresara con una beca parcial a la Maestría de su elección, pero para Andrea sí fue una gran sorpresa el enredo y lo tedioso que sería tramitar su visa de estudiante de un país extranjero en Perú.

A continuación, te contamos cómo logró validar todos sus documentos, sacar una visa de estudiante y organizar su vida en Madrid con menos esfuerzo del que pensaba.

Justo a tiempo

Lo primero que tuvo que hacer Andrea después de ser aceptada en la Maestría fue recibir y asimilar,una gran lista de requisitos para obtener la visa de estudiante, que no podía entregar ni muy temprano ni muy tarde. 

Por eso,  agendó una videoconsulta con una de nuestras especialistas, que de hecho vivió el proceso en carne propia y validó cada uno de los documentos que tenía que presentar en la embajada. 

 Todo en orden

Luego, Andrea tenía que reunir, legalizar y apostillar en numerosas instituciones cada uno de los documentos que le pedían (desde la UGEL, el MINEDU, la SUNEDU y ahora también el colegio médico), en algunos casos, un solo documento requería pasar por 4 o más instancias (horas de horas perdidas en colas, transporte y esperas).

 La lista era abrumadora, pero Andrea decidió aprovechar el tiempo que le quedaba en Lima para hacer solo lo necesario y estar más con su familia. Por eso, contactó a nuestro equipo de dúers y fueron ellos quienes se encargaron de hacer los trámites necesarios.

Cambio y fuera

Con todos los papeles completamente en orden, su cita en la embajada fue un éxito y le dieron la visa de estudiante, pero ahí no acabaron los trámites para ella. Porque, una vez en Madrid tenía que empadronarse antes de cumplir los 3 meses, sacar la tarjeta de sanidad, el pase de metro y más.

Lo bueno, es que desde la videoconsulta que hizo con nuestra especialista al inicio del proceso, ya tenía mapeado todo lo que debía hacer al llegar a España.

Así, en menos de un año, Andrea se graduó de su Maestría y también de adulta pro. Y es que a fin de cuentas, a veces es necesario salir un rato de los grises para pintar un camino lleno de color. Por lo menos, así fue para Andrea, que ahora trabaja en una marca muy reconocida, de esas que están en la Gran Vía.

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